lunes, 27 de junio de 2011

De la lluvia y un recuerdo

Sabés muy bien que es para vos...

¡AY, SÍ! Lo recuerdo muy bien. Aquel año las lluvias tardaron en llegar, mientras que había ocasiones en que llegaban desde finales de abril, esta vez pasó abril, el calor del infierno de mayo, luego junio y de lluvia nada. ¡Imagínate el bochorno de tener que ir al banco a la una de la tarde! El insoportable menester de dormir, pegados a un colchón que multiplicaría nuestro calor y nos asfixiaría entre sueños, el único placer consistía en tomar un baño.
Pero un día, a eso de las cinco de la mañana, entre dormida y despierta, escuché que ¡llovía! Abrí las costinas para que entrara el viento y hacer del tiempo que quedaba para dormir un momento delicioso. Entre este frío suculento me dio por atraparte en un abrazo, en muchos abrazos, o quizá en uno solo pero muy largo. Y en el acto me pareció que era una buena oportunidad para enseñarte a besar a la manera de mi tierra. Ya sabes, ya te lo había dicho, tu forma de besar es rara, y a la vez mi forma de besar te parece rara, “enséñame, pues, a besar como tu besas, que luego yo te mostraré…” y qué pronto aprendimos. No pasó mucho tiempo antes de que domináramos la lección, ¡alumnos y maestros! Y bueno, qué te puedo decir, si tú sabes muy bien como es esto de abrazar y besar, después de un rato de besarse mutuamente, las bocas buscan otros horizontes, otras territorios que explorar, “¡vaya, qué exploradoras!” Naturalmente me invadiste. Me abrazabas estando sobre mí, con una vehemente boca que exploraba todo a su alcance. ¿Creíste que sólo tú ibas a explorar? ¡Jamás! Tuvimos que invertir papeles… ¡Y qué decir de las manos! Las tuyas, las mías. Que pareciera que cobran vida propia en tales circunstancias…
Sí, bien lo recuerdo. “¡Bendita imaginación, bendito clima!” así es, querido. Justo antes de que sonara el despertador, haciendo oficial el término del tiempo de dormir, no sabes cuánto lamenté que estuvieras lejos, “¿qué se le va a hacer?” imaginar, imaginar y contarnos las imaginaciones. Así que dime tú, ¿tienes algo que compartir con la clase?