miércoles, 28 de septiembre de 2011

Colores

Entre mis anhelos estaba el tomarte de la mano y llevarte a pasear por mi mundo. Quería que vieras qué bello pintaba tu existencia los atardeceres cobrizos del otoño, los montes azules el verano… deseaba besarte bajo los crepúsculos purpúreos, arroparme entre tus brazos cuando nos asaltara la brisa nocturna. Deambular por las calles de piedra cubriéndonos del helado polen de la noche estrellada. Salir, para variar, de entre las mantas, levantarnos de las sillas mullidas, de tu lecho tibio. Pero no quise molestarte con mis peticiones. Sé que tu ocupaciones no te lo permitían, por mucho que nos amáramos. Porque nos amábamos, ¿no es cierto?