Lunes 29 de marzo de 2010
Para M.
¡Oh, gran Dionisos apolíneo!
Desde el oráculo trémula te invoco,
Menguando de hambre, enloqueciendo de sed
¡Aliméntame, Amo del árbol!
¡Embriágame, Señor de la vid!
En tu éxtasis, fúndeme,
En tu onirismo, háblame,
En tu locura, deifícame.
¡Oh, Ruidoso, atiéndeme!
Tiéndeme, amoroso cual eres
¡Atiéndeme, tiéndeme, oh, Delirante!
De mi vino, bebe
De mi fruta, come
De tu grito, hazme.
¡Oh, Celeste Dionisos!
Heme aquí
Muerta de hambre,
Loca de sed,
Trémula de anhelarte…
¡Ay, Dionisos, Dionisos!
¿A cuál de tus ménades
Poseerás ésta noche?
Si de mortal surgiste
¡A ésta mortal acude hoy!
¡Ay! Insoportable resplandor
Con que me ciegas,
Extraño Dionisos luminoso…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario